Júpiter, escorzo oblicuo de-forma traslucida, suda candor lunar el fruto endeble entre la rivera de tu vientre-encuentro del cuerpo volátil
Une el rompecabezas bicéfalo jinete del unicornio, rapta a Fiamatta descarnada, retrae tus pliegues que también pertenecen a ella, volumen de luz
Lunas de arena, agua y fuego, picachos coronados con cilindros caleidoscopios batidos por la espiral húmeda- extensión órgano del habla trenzada a tus poros hilarantes
Infiere la memoria un amanecer de esta noche, tus senos tocando la mar perdida en nuestra oscuridad, en la promiscuidad de la elucubración futura, de los supuestos y dias naturales sin efigie
Empieza otra vez el sonar de tu voz interrumpida, titubea de vuelta en el atlante, choca su pecho y pregunta donde ha ido su contenido si el continente ha encallado de noche en tus brazos meditabundos
Tibio es el va y ven de tu sueño, entre reojo y parpados sin candados asomas mezcla de realidad y sensibilidad, has caído en el laberinto, Aleph de tu cansancio satisfecho, tu forma como velamen reposa invertebrado, flotando sin sentido en el nocturno jardín de lirios
Amada, de planeta desconocido, sin nombre para nombrarte, informe, de palabras conscientes ligera tu vigilia, ¿Dónde encontrarte? ¿Cómo recuperarte?
