lunes, 2 de febrero de 2009

mi vida en líneas


cuando mis piernas ya volaban me caí por las escaleras cortándome con los cristales de una botella eso lo recuerdo por la cicatriz que llevo en la muñeca derecha

en las clases de natación solía jugar con mi papá a bucear a través del túnel de sus piernas recuerdo que un día me estrellé en el piso de la alberca pues mis ojos anegados no distinguían dimensiones, en aquellos años fui séptimo y segundo lugar en las competencias de verano

sentí que mi cuerpo se atrofiaba y mi voz se extraviaba en segundo de secu cuando mis amigos llevaron a la niña que me gustaba al salón, sentí desvanecerme y morir en ese momento, supe que no vivía

por primera vez me rompieron el corazón, mis lagrimas las curó mi papá, que bueno contar con un médico, además me recetaría pronosticando la felicidad haciéndome sentir único

en la universidad me lastimé al hacer ejercicio, me lesioné por mucho tiempo los ligamentos sintiendo tristeza por no extenderme mas allá de mi cuerpo, limitando mi espíritu

fui de viaje al sur durante tres semanas donde aprendí a conocer más a las personas y conocerme a mi mismo, dolió pero regresé, volví a estar en paz

amigos, memoria, recuerdos, reinterpretando la vida

hasta hoy después de mirar la sonrisa exacta y la mirada única, esa que uno busca en cada soplo al extinguir la flama de los deseos sabiendo cada día como este que uno renace, ha sido maravilloso saber que sí existe, que ahí está, lo cual cierra cada herida y vuelve esos recuerdos el aprendizaje para llegar hasta aquí, a 27, a mi

hacia delante, haciendo camino, navegando entre el viento sin detenerse en el tiempo, sin las suposiciones, desgañitado mi voz hasta envolver mis venas de energía, escapar en mi nave, aventurarme a esto que se llama vida, sin miedo, con confianza y fe todo es posible