Cómo saber quien se es? a veces se es un Amor, mas que un amigo, mas que cualquier otra persona, y eso es suficiente cuando el tiempo se va volando o se detiene? o que pasa cuando suceden ambas cosas? quizá uno se convierta en una especie extraña, un milagro, algo raro, alternativo, extravagante, un pez sin escamas, un pez que se pasea en la mente sensible, un ser tetraédrico, lleno de luz sin retorno a la oscuridad, con memoria tan enorme como un sol y tan claro como una luna; es aquel que desecha la posibilidad de cambiar corazón por tiempo, es quien toma un día azul sentado en un muelle mientras las olas dibujan el nombre de su pescador sobre la arena.
En él se entienden los espacios, se alimentan de su boca y se van aleteando con el viento lejos, muy lejos, quizá a buscar lo que faltó hurgar dentro de si mientras bebían de la respiración de este pez mágico.
En un principio el pez romántico acercó el camino lleno de crestas y sueños dorados sintió dormir y temblar cuando amanecía llorando entre el regazo de su inspiración y al levantarse decía para sus adentros Yo Soy y no trastabillaban las palabras, pidió el lazo infinito ese que circunda el perímetro del universo y recoge de la muerte los días fríos; desde el inicio fue barroco e iluminaba en pastel los trazos grises para dar arcoíris a quien se atreviera a probarlo.
Ahora sus aletas resbalan fugaces a otra esfera, en islas alfeñique, suave como terciopelo y polen azucarado. aquí se quedará percibiendo a través de los fotogramas olvidados en el futuro próximo jamás inmediato, en el espacio enamorado y tan desenraizado que lo hace olvidar ser sedentario, sus ojos son el va y ven sin propietario la indecisión de un mar subterráneo tecnificado en espátula y caricias de carbón y tanto amor; hoy se entiende entre las verdades de los semidioses, ayer se desentendía de dios y ahora este último le da la bienvenida a cielo abierto, ofrece la vid, el secreto, la respuesta exacta, le obsequia la sabiduría antes de cometer errores, aunque el se hace terrestre como anfibio se despierta con la mente en negro y la pérdida de memoria de lo que bebió horas antes de soñar; se queda sin signo, sin símbolos ni color predilecto pues su piel la portadora del imán nuclear le recuerda que el mundo es tan pequeño y poco distante como el azul estelar, el celeste resplandor de unos ojos que besó antes de cerrar; así es el peztetraédrico, ese que vuelve a la isla flotante al destierro bajo la Lluvia danzarina, es un animal que no contiene la vida eterna que se dibuja
sobre sus patas, es un binomio incompleto que no excluye ninguna oportunidad, es retráctil pero no se arrepiente de vaciar sus reservas y morir en el intento, no hace distinciones y quedan tan pocas cosas que lejos se encuentren, las busca y hace de ellas su tesoro; algún día la música conjugará los estadios, emociones , el sentir de este reflejo tetraédrico
Le gusta el dos, en él se fue navegando al adicionar un mes menos a su desvelo pues 1+1=2, niño acuario o centurión del tiempo, no dueño de mas que de si mismo pues el tiempo esquiva sus manos aqua, de ella se enamoró no se sabe porque, pues cada que alguien le cuestionaba el por que de tan raro candor no sabia con palabras responder, sin embargo al pasar los años ha entendido esta cosquilla sana y necesaria; es sabio embajador y tan niño aún, redacta letras musicales para su ardiente y mas dulce amor, envía sin firmar ni titular anagramas para su pequeñito tesoro, quien le robara esta inquietud de construir cielos para quien aun no existe, habla con ella pues en ella se guarda y acoraza, se mimetiza y multiplica y vuelve a dar coletazos vivos dentro del mar órfico,
Ahí en tu piel desnuda y sin censura, destraba la forma equilibrada dentro de tu cuerpo ramificado racionalizado, hubo de sentir de otro modo la manera de mirar y dejar lo que ha amado, así es este pez alado; actuó de la misma forma que pensó, niño índigo, pececito que raro que los lugares tomen tu forma y no tu la de ellos, que extraño que no haya paradigmas ni totalidades flacas, trató de sembrar memoria retrograda al movimiento común, flota como liquido eterico rozando cuerpos y se va diluyéndose sin ser percibido y mejor olvidado, ayer pasó tan cerca de mi que me supe parte de él y supe quien era yo
730 días, 216 caracteres, 2 almas, 1 azar concurrente, a ello apuesta el contenido de su vida, no a los números, no a las suposiciones, no a obligar las cosas sino a desestructurarse en el beso del viento informe; pocas veces es sepultado en el péndulo de un anzuelo, y cuando este llega se va deletreando la agonía, añoranza entre cielo y turquesa, cae como gota en el ojo miedoso, se coge tan tibio y diáfano desrazonado, canta el verso el Haikou desproporcionado, desplome radical, el despertar menos deseado, como abrir tan pronto inmaduro del capullo, su cuerpo retoza como espiral y hierve el corazón plagado y temeroso de mezclarse con la infinitud arenosa, siente pavor y le brinca el espanto y se pregunta si esta será la ultima vez que el aire encune su cuerpo y el sol caliente su vida antes de transformarse sin continente esparcirse como agua y se vaya entre las partículas de un cosmos diminuto, ni él lo sabe, buena venturanza e insonora la fortuna adversa pez, azul tetraédrico.