Aquí no hay relojes ni arena para contar el goteo del tiempo; paz,
aquí hay silencio, existen tonos;
multiples ojos azules bañados en ocaso añil; nubes flotando debajo la isla el cuerpo sinuoso
levitan ideas, tan sabias y con pies de quimera;
presencia espiral su cuerpo de luz
inexistentes razonamientos atrapados en boca marina;
libros alineados en estela de olas muriendo en orilla de playa;
versos bajo sombrilla y tus labios descompuestos hormiguean dulce silaba de primavera; frente a vos el sol inundando gran espejo que muere y devuelve esencia inconclusa