martes, 28 de abril de 2009

c i c l o

atentos mujeres y hombres libres

en lugar de aquellas aspas quisiéramos cantos de libros definidos como ramajes ocre a punto de fingir desplomar tétrica resequedad en la que se han convertido;



enfermas de la inercia del viento aguardan gotas pútridas, lagrimas diminutas como pedazos de cielo deforme chorrean mientras el espacio circunda nuestras cabezas reflecta la misma idea inagotable



la espera , árbol raíz digital,

primitivos embates surcando la superficie de una sola cara

lastimando el cuerpo esmeralda,

elástico tiempo cuando se encoje al inicio

e indeformable cuando se extiende al final



fresca la sonrisa de las poses fotogénicas

donde el ser ha de contagiarse de la globalidad de infinitas posibilidades

maestras del engaño, vicio y ocio del justo espacio

en lenguajes desconocidos el ser pierde la realidad entregándose a los supuestos, al desconocimiento de sus propias emociones suspendido como Ícaro sin alas no le bastará ser de esencia arquitecto de su destino sí sus élitros no son conscientes de los Anemoi en cada punto cardinal



eso ha estado esperando, intimar en su mundo, en un locus donde las inhibiciones no lo detengan habilitando emociones, sentimientos falsos y verdaderos a la vez;

visión frontal que no perdona lo devolverá a la imagen de "el pensador" de Rodin es entonces y solo de esa manera que después de ver despedazar su corazón, reconocerá un mundo ya no intangencial sino apetecible a sus mayores ambiciones, deseos, anhelos, y fugará el viento intrínseco, revoluciones le harán falta para este cuerpo salitroso, la imagen quedará en

segundo plano, de ahora en adelante la cabeza erguida solo la inclinará para ver donde se planta una vez que el sol se muera escapando de dudas y dilemas a pertenecerse así mismos.