luz donde antes no la hubo
energía reflejándose en cualquier superficie
ritmo blanco, liviano, mantra del recuerdo, espacio eidético, nuestros códigos
espejo de leche, ráfagas e hilos rebasan la creación especular;
sabe, este lugar te habría encantado y él habría acompañado, algo llama a la limpieza, al liquido granular, al olor café, al chocolate blanco, todo es nemotecnia, circulaciones entretejiendo espacio intimo, se vuelve doble, tripe, luz tuya es, si, no se equivoca, no es delito reconocerlo, ni tampoco obviar la sensibilidad, como ese espacio donde viajan almas ligeras, el vacio flota, blanco extensión, sueño frio, elegante, tu sonrisa se magnifica aquí dentro sus pies cómodos deslizan sobre planchas de hielo, extraña luz áspera sin cupo, aquí se deja el espacio transparente como un cubo esmeril de cristal, pues ahora el sol se da parcial,
plasma, silicio, mármol, vidrio, acero, luz,
boca imán la luna láctea,
camina de nuevo con luz, no sombra pensamiento, pasea en dimensiones rectas, deja afotico lugar, venga, vayamos entre dientes de león suspendidos en alfombra, en nave y canciones que deseo escuches,
no mas encuentros fortuitos, desconocidos, no importa el lenguaje espectro ni el similar; unicidad, originalidad a estos ojos, al cuerpo, no el mundo utópico; deseo
conjeturas, dilemas como al principio de la creación, no al destello de alguna rara metamorfosis o adecuación a espacios estrechos ni maltrechos,
prefieres el mundo paralelepípedo, podemos demoler supuestos, dudas, prejuicios, miedos, lo sé, libre ven al mundo luzazul, candor; entre códigos nadamos, entre recuerdos nos evaporamos, no se olvida el pez transforma avanza y mueve,
delirio la vacuidad del contenido permea a través continente, escapa, devuelve espacio y tiempo a babor, en velocidad mutante, bizarro, abigarrado, nuestro, tiempo en luz al espacio , tengo sobre los pasos canciones en manta oceánica que deseo guardes en lo mas íntimo de tus pensamiento, tengo un espacio lleno de números hechos maraña deseo que tomes las flechas y pongas en marcha el clepsidra con tus lagrimas invernales
