Tan común como la misma niña corriendo hábil debido al llanto del cielo, resguarda su cabello claro bajo el pórtico y las llaves lentas en mano de su madre; agua brota descompuesta compuerta, tráfico lento; brisa es el único confort después de el día asoleado, volante de mil rotaciones, brazos cansados, la misma idea en cada esquina en cada virar de marea; al llegar a casa el olor exquisito a los guisos de mamá, y el recuerdo de esa niña bajo el pórtico tentando la cascada que se forma al caer del palomar; qué mas podría desear, Bach al fondo del cuarto vacio; la decena de actividades está completa por hoy, pero hay mas, busco tocar el mañana para que mañana se pretenda pisar la carrera de lo desconocido; marchamos multitudinarios porque creemos que los seudo lideres aún son universales, Marx, Engels y compañía se olvidaron a la llegada de los ordenadores, pupilos incautos; una ciudad en pausa, trajín el día de nuestro cine, compartir con alguien; brazadas de ida y vuelta, a dos estilos pues el corazón al llegar se rompe en orilla suplicando halitos que tranquilicen esta fractura; por la mañana bailamos la salsa que se imagina ahora que llegué la noche; las señales ahora son cada vez más claras, pero hubo que buscarlas antes, ir tras ellas, pincharlas con arpón hasta el límite y conocer la verdadera esencia; no se ama como la primera vez; aquel que supuso el estado idóneo de lucha ante la diferencia a diario en algún momento tuvo que descansar, tendría que haber sido eterno, constante equiparable al movimiento del universo, existirá tal cosa?; la música se codea con estas palabras al sembrar dudas, incertidumbres, intempestivos movimientos, alcances a lo que parecía perdido; las parejas caminan sobre la acera sin importar que un conductor distraído se aferre a hundir la circunferencia de sus neumáticos al asfalto, pero que importa si ella toma mi mano, va conmigo; milagro el infierno de las voces que no tocan estos oídos y se mantienen las letras sin lógica; a un día de romper; es natural, la lluvia cae, el árbol se amamanta de ella; presas del peso de cientos de gotas la parvada aceitosa se posa y observa atenta el horizonte donde habrá de ir para secar su plumaje; las cosas siguen igual; allá bajo las montañas y detrás del océano una mirada que no guarda las cosquillas para mejor momento; es ahora o nunca; el dinero a montones también cuesta; despleguemos cuartillas de llanto en manta para saber cuánto dura el vuelo, en que momento el paracaídas abrirá; desalojemos los lugares poco ventilados, lo que están repletos de mujeres lindas, el orgullo resbala sin consistencia como agua entre manos; mundo acaba; links para mostrar lo cercano, lo tocado, lo que encontró el lugar mas sensible a las cosquillas; si tan risueños aquellos cuerpecillos en cuna, lloriqueo y canto de mujer noble, sincera; mimo es este atuendo sobre mi rostro, frivolidades de la vida, puedes tocar siempre y cuando desees regresar, puedes multiplicar la felicidad sin condiciones, ni prohibiciones, lo único que alcanzo a pedir es ser felices, es lo único; ¿hay más?; por la tarde nubes sobre el remanso que descansa mi cuerpo, las llamadas no cesan, gente nueva, salgo a caminar y olvido el encendedor para iluminar el camino; continúan pendientes aquellas cuatro ovejas domesticadas; los deudores son como infractores huyendo de la mano que hizo efectivo el sueño y les dio de comer; aún sigues ahí, frio día; después de las conversaciones telefónicas buscando planear obviando lo que amedrenta los sueños y el goce de seguir aquí, el día aún no termina, novios enmarañados en las mismas peleas de cada día, ¿será que se necesiten o no puedan dejar?, no lo sé, estoy bien así, los ejemplos aqui detienen la locura que arrastra descomunal, son suficientes para no desear; hemos reunido poca elocuencia busquemos mas….