viernes, 30 de octubre de 2009



“dios está en los detalles”
ahí déjenlo
cientos de años buscando el raciocinio, elemento exacto,
formula única, el color perfecto
déjenlo ahí, no lo toquen
quien ha intentado aquella hazaña ha visto la esencia enloquecida,
la ciencia convertida en alquimia,
la estética vuelta técnica
la normalidad convertida en atadura
déjenlo en paz
duerme tranquilo sobre mar descalzo
si, es innegable que ahí esté, pero…
¿acaso los bosques
de la locura no son lo suficientemente tenebrosos
para mantenernos alejados?
o nuestra ansia de libertad es lo bastante torpe?
déjenlo ahí, que siga cíclico y distante
que sea rey y no príncipe que principie fumarolas
y relieves en nuestra mente blanda

detalles, que maravillosos son cuando se les contempla
no lo toquen pues el aguijón es tan fino y elegante
cuando vuela de flor en flor y se le observa en el
ámbar traslucido, no lo molesten, déjenlo ahí
si, está en todas partes, no lo cuestiones,
no lo aceptes si no le crees, no lo busques, está ahí,
quizá no tenga rostro, o sea femenina su esencia,
no lo maltrates, dejadlo en paz,
luciérnaga de ciegos, resplandor para cegar,
efectivamente ahí está, en el dolor y en la felicidad
acepta que está ahí pero no hurgues demasiado no sea
que despiertes su ira,
pues al igual que lo describe y lo piensa un libro escrito por hombres muertos, puede resultar colérica la forma en la que deje de soñar, mas que enfurecido,
su mana podría sorprendernos y dejarnos sin sentidos;
preguntar bien a los genios del pasado y decidir vivir como seres entregados a la belleza o la casa entregada a la locura
está en los detalles; catarsis de lo mas bello de nuestras vidas entonces el vicio, la manía, la obligación, la rutina, ¿en verdad querer comprenderle hasta el mas intimo rincón? piénsalo